Codocencia Invisibilizada: Cómo Asegurar la Equidad Profesional entre Docentes

 

🧩 Codocencia Invisibilizada: Cómo Asegurar la Equidad Profesional entre Docentes




La codocencia ha ganado protagonismo como una estrategia poderosa para enriquecer el aprendizaje y fomentar la inclusión. Sin embargo, existe un fenómeno silencioso que rara vez se visibiliza en estos esquemas: la desigualdad profesional entre docentes codocentes.

¿Quién lidera la clase? ¿Quién toma las decisiones? ¿Qué docente es más escuchado por el alumnado? ¿Hay jerarquías encubiertas?

Este artículo propone una reflexión y herramientas concretas para lograr una codocencia equitativa, donde el trabajo compartido también sea justamente distribuido y valorado.


El problema invisible: jerarquías silenciosas en la codocencia

Muchas veces, sin intención ni malicia, se producen asimetrías en el ejercicio profesional dentro de parejas docentes. Algunos ejemplos:

  • Un docente es el que siempre inicia la clase y da las instrucciones.

  • El otro termina ocupando el rol de “asistente” o de apoyo.

  • Uno lidera las reuniones, decide los materiales y define las estrategias sin consulta previa.

  • El alumnado identifica a uno como “el verdadero profesor”.

Estas dinámicas reproducen modelos jerárquicos que la codocencia justamente intenta superar.


¿Por qué ocurre esta desigualdad?

  1. Diferencias de antigüedad o jerarquía institucional: Un docente puede tener más años de experiencia o cargo directivo.

  2. Estereotipos de género o edad: En algunos contextos, la autoridad se asigna de forma implícita a figuras masculinas o mayores.

  3. Falta de planificación horizontal: Si no se establecen acuerdos claros, la dinámica suele inclinarse hacia quien tiene más iniciativa o poder institucional.




Cómo construir una codocencia verdaderamente equitativa

Aquí te comparto algunas acciones de alto impacto que promueven la equidad real:

🔄 1. Alternancia consciente de roles

Diseñar con intención momentos de liderazgo para cada docente:
  • Un día uno inicia la clase, al siguiente lo hace el otro.

  • Dividir responsabilidades por temas, no por jerarquía.

  • Ambos deben tener presencia activa en la explicación, no uno solo.


🧠 2. Revisión de prácticas desde una mirada crítica

Hacerse preguntas como:

  • ¿Quién está tomando la palabra con más frecuencia?

  • ¿Hay tareas que siempre recaen en la misma persona?

  • ¿Mis gestos o palabras refuerzan alguna forma de poder implícito?

Estas reflexiones permiten salir del “piloto automático” y tomar decisiones más justas.

🤝 3. Pactos de horizontalidad

Antes de empezar el año escolar, establecer un acuerdo entre docentes codocentes que incluya:

  • Expectativas mutuas.

  • Estrategias para equilibrar tareas.

  • Canales de retroalimentación respetuosa.

  • Compromisos éticos sobre cómo manejar los desacuerdos.

Este pacto se puede revisar mensualmente para ver cómo evoluciona.



📣 4. Visibilizar y conversar con el grupo

También es útil explicar a los estudiantes que ambos docentes tienen el mismo nivel de responsabilidad y autoridad. Algunas ideas:

  • Incluir a ambos en los anuncios importantes.

  • Mostrar colaboración visible entre docentes.

  • Dar espacio para que ambos moderen actividades centrales.

Esto educa al alumnado en una cultura de equidad y cooperación, algo esencial para su formación integral.



La codocencia no se trata solo de estar juntos en el aula. Su verdadero potencial surge cuando ambos docentes son igualmente protagonistas, responsables y valorados. Para lograrlo, es necesario revisar nuestras prácticas, nombrar lo que incomoda y tomar decisiones conscientes.

La equidad profesional entre docentes no es automática: se construye. Y al hacerlo, no solo fortalecemos nuestro vínculo como colegas, sino que modelamos ante los estudiantes una forma de trabajo verdaderamente democrática.

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