❌ Los Errores Silenciosos que Sabotean la Codocencia (Y Cómo Corregirlos)
¿Qué es la codocencia y por qué puede fallar?
La codocencia es una práctica educativa donde dos docentes trabajan simultáneamente en un mismo grupo de estudiantes. Aunque su potencial es enorme, muchos equipos docentes cometen errores invisibles que reducen su efectividad.
Estos errores no suelen detectarse fácilmente, pero deterioran la experiencia de aprendizaje y colaboración tanto para el profesorado como para el alumnado. En este artículo abordamos algunos de los más comunes y cómo solucionarlos con estrategias aplicables.
Error 1: Repartir tareas, no compartir la enseñanza
Cuando un docente “enseña” y el otro “apoya”, se pierde el verdadero espíritu de la codocencia. En lugar de un trabajo conjunto, se reproduce un modelo jerárquico, donde uno dirige y el otro asiste.
Cómo corregirlo:
Diseñar actividades donde ambos docentes estén activamente involucrados. Por ejemplo:
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Enseñanza paralela: los dos docentes trabajan el mismo contenido en grupos distintos.
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Co-enseñanza simultánea: explicaciones complementarias en tiempo real.
Esto permite una experiencia más rica, personalizada y colaborativa.
Error 2: Falta de planificación conjunta
Entrar al aula sin haber definido los roles de cada docente genera confusión, interrupciones innecesarias y una sensación de desorganización que afecta al grupo.
Cómo corregirlo:
Dedicar unos minutos antes de cada clase para aclarar quién lidera, quién apoya, cómo se realizarán las transiciones entre actividades y quién manejará la disciplina si surge algún conflicto.
Error 3: Evitar retroalimentación por miedo al conflicto
Para evitar tensiones, muchos docentes optan por no hablar de lo que no está funcionando. Esto impide el crecimiento profesional mutuo y perpetúa errores en la dinámica del aula.
Cómo corregirlo:
Establecer espacios de diálogo seguro. Algunas ideas útiles:
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Reuniones breves al final de la jornada para reflexionar sobre lo que funcionó y lo que se puede mejorar.
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Crear un diario compartido donde se registren observaciones.
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Utilizar herramientas de autoevaluación y coevaluación.
La clave es crear una cultura de confianza y mejora continua.
Error 4: Invisibilidad de uno de los docentes
En algunas experiencias de codocencia, uno de los dos docentes puede adoptar un rol demasiado pasivo. Esto genera desequilibrios que afectan la percepción del grupo y el aprovechamiento de la doble presencia.
Cómo corregirlo:
Asegurarse de que ambos docentes:
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Tengan momentos definidos de liderazgo durante la clase.
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Participen activamente en la gestión del aula.
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Sean referentes visibles y reconocibles por todo el alumnado.
Error 5: No cuidar el vínculo emocional entre docentes
La codocencia también implica una relación interpersonal que necesita cuidado emocional. La falta de empatía, reconocimiento o escucha entre colegas puede generar tensiones silenciosas que afectan la calidad del trabajo conjunto.
Cómo corregirlo:
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Validar las emociones propias y del otro.
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Cuidar los modos de comunicación.
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Celebrar los logros en conjunto.
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Establecer pequeños rituales que refuercen la conexión profesional (como saludarse con intención al iniciar el día o agradecer el trabajo del otro al final).
Convertir los errores en oportunidades de mejora
Detectar estos errores no debe entenderse como señal de fracaso, sino como oportunidades para fortalecer la práctica docente. Algunas acciones que ayudan a transformar la experiencia:
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Documentar desafíos y logros en un cuaderno de codocencia.
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Participar en redes de docentes donde se compartan experiencias reales.
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Diseñar talleres entre pares para analizar casos prácticos de codocencia.
Estas acciones fomentan una cultura de aprendizaje compartido y construcción colectiva del saber pedagógico.
Conclusión
La codocencia ofrece un marco valioso para enriquecer el aprendizaje y construir aulas más inclusivas y colaborativas. Pero su éxito no está garantizado por el simple hecho de estar dos personas en el aula.
Es necesario identificar y corregir los errores silenciosos que pueden limitar su potencial. Solo así se puede construir una experiencia de codocencia efectiva, sostenible y realmente transformadora, tanto para los docentes como para los estudiantes.